Dura,
cruda, con un ritmo casi vertiginoso y buena dramaturgia. Así es como se me
ocurre en un primer impulso, nombrar esta puesta en escena.
Si
uno se detiene un poco a reflexionar acerca de su texto, el planteo es
desolador, sofocante por la sordidez de la vida que escenifican los personajes.
Los actores construyen con gran trabajo un mundo complejo donde es realmente destacable el desempeño de Lucas Lagré, quien llena de vida su extremo papel.
Con
un ritmo que le otorga cierta ansiedad al relato, los textos se desarrollan
entre palabras, acciones e imágenes que sacuden al espectador.
El
universo queer y la sexualidad son
puestos sobre el tapete. Pero no para ahondar en causas o efectos, sino como
una forma de mostrar pasiones que se cruzan, encuentran o desencuentran. O sea,
no se trata de ahondar sobre cuestiones de género, sino de exponer el universo
de la cruda sexualidad para preguntarse qué espacio ocupan y qué calidad
contienen las relaciones humanas más íntimas en este mundo globalizado
La
pieza expone esa frivolidad mercantil de la sociedad capitalista donde todo
parece reducirse a una relación de compra/venta. Porque lo que escenifica la
obra es que todo parece reducido a un banal intercambio, hasta el sexo,
manipulado como otro objeto, una simple y superflua transacción entre cuerpos
que parecen anestesiados.
Los
valores son puestos en juego aunque sin intención de ser juzgados. Es el
espectador el que puede verse tocado por los planteos de lo que está en escena.
Él es quien habrá de pensar, juzgar o no, valorar, meditar.
Lo
que queda, esos restos de seres que están objetivados cual mercancías en este
gran ‘shopping’ globalizado, es desesperanzador.
La
realidad es cruel y da de lleno en la cara echando abajo la careta.
Sin
anestesia. Sin alternativas.
Al
final parece asomar una luz esperanzadora (o la proyección del deseo de
esperanza), pero solamente es un velo para un mundo cuyo motor es el dinero. Un
dinero que ninguno tiene pero que maneja las transacciones que cruzan a las
personas (pues el vínculo está prácticamente perdido).
¿Qué
pasa con el mundo en qué vivimos? ¿Nos hundimos cada vez más hondo en el
comercio globalizado, la especulación, la soledad?
¿Cuánta
libertad tenemos para elegir?
Qué: Shopping and fucking
Quién:
Autoría: Mark Ravenhill.- Traducción: Rafael Spregelburd.- Actuación: Eugenia
Blanc, Lucas Lagré, Luciano Ricio, Daniel Toppino, Alfredo Urquiza.- Actuación
en video: Mathias Sassone, Mariano Stolkiner.- Diseño de vestuario: Merlina
Molina Castaño.- Diseño de escenografía y espacio: Santiago Badillo.- Diseño de
luces: Julio López.- Diseño sonoro: Fernando Sayago.- Video: Santiago Badillo,
Mariano Stolkiner.- Música original: Fernando Sayago.-
Fotografía:
Guido Piotrkowski.- Diseño gráfico: Santiago Badillo.-Asistencia de dirección:
Julieta Cajg, Mathias Sassone.-Prensa: Daniel Franco, Paula Simkin.- Producción
ejecutiva: Bárbara Rapoport.-Dirección: Mariano Stolkiner.-
Dónde:
EL EXTRANJERO (www.elextranjeroteatro.com) Valentín
Gómez 3378.- 4862-7400 www.elextranjeroteatro.com
Cuándo:
Viernes - 21:00 hs.- Hasta el 31/08/2012
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