martes, 19 de junio de 2012

HOMBRE VERTIENTE


Como todas las creaciones que provienen de los grupos que salieron de la semilla original de De la guarda, esta es una propuesta sensorial y visual.
Pero, lo que resalta este trabajo en particular, es la elaboración minuciosa por detrás realizada y puesta en función de una dramaturgia pensada.
El acto se produce en un espacio que incluye al espectador y lo invita a ser partícipe de lo que viven los intérpretes. Allí aparece un hombre que dice buscar algo. Una voz en off expresa los pensamientos de este personaje que irá tras su destino sorteando una serie de obstáculos que viven en su propia mente.
Lo que se ve en escena se transforma en las fantasías, temores y demonios del protagonista. Compartimos sus dudas y somos partícipes activos de su revuelo interior.
A través de proyecciones de texturas y cambios de planos, vivimos transformaciones en los puntos de vista.
Junto al uso de las proyecciones se encuentra una puesta escenográfica que construye los vertiginosos caminos del cerebro. Gracias a la iluminación, al genial desempeño del equipo técnico, todo transcurre de modo cinematográfico.
Por otro lado, la dramaturgia asoma con mayor astucia que en otras propuestas de este estilo, y genera una coherencia que permite disfrutar de los estímulos visuales y sonoros como parte de una historia donde el espectador permanece atento.
Además de las bellas imágenes creadas, la propuesta se experimenta como una fiesta. Esto sucede por la forma de ser puesta en escena (con la mayor parte del público en el suelo, centro de situaciones que suceden y lo tienen de actor), y también por la energía del grupo de intérpretes que comparte en un todo las sensaciones y sentimientos que la propuesta suscita.
Lo interesante es que todo esto está bajo el manto de una idea que atraviesa la obra. El agua. Bien preciado. Elemento que ocupa el cuerpo humano en su mayor porcentaje. Así también la tierra, el gran universo.
El agua es energía, es vital, es necesaria. El agua es el oro del futuro (no tan lejano). El agua es como la sangre de la vida y aquí se nota, se siente, se vivencia.
Esta fuente de energía se contrapone a la sequía. La cara árida, la no vida.
Sobre esta idea la propuesta colma al espectador con metáforas de las búsquedas humanas.
Y dentro de esas múltiples búsquedas, ellos dan importancia a la acción. Buscar, moverse, accionar, dar un paso. Lo que hagas te nombra, de alguna manera. Uno es sus acciones.
Por eso, no importa el nombre, importa lo que hacen.
Y lo que hacen habla mucho de ellos.

Qué: Hombre vertiente
Quién: Dirección: Pichón Baldinu Web: http://www.hombrevertiente.com
Dónde: CENTRO CULTURAL RECOLETA   Junin 1930.- 4803-1040 http://www.centroculturalrecoleta.org
Cuándo: Domingo - 17:00 hs.- Viernes y Sábado - 21:00 hs

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