La
música llegó. Con todo su silencio. Profundamente evocadora. Llegó a una
pequeña pero curiosa sala de teatro que se esconde en uno de los rincones de la
citi porteña. Y ¿qué es lo que suena?
Una orquesta de cámara en un pequeño teatro municipal que está en reparaciones.
Un grupo de músicos que sueña con irse de gira a Europa, la cuna de la
Gran Música, de la Alta cultura con la que
aspiran codearse, empaparse, bañarse en ella.
Pero
parece que acá las cosas no salen siempre bien. Existen conflictos diversos
-personales y grupales-, también hay contratiempos, desorganización, diferencia
de criterios, demoras. Inconvenientes que llevan a desear e idealizar un lugar
desconocido.
La
propuesta nuclea muchos planteos en una sola totalidad. Reflexiones que son
disparadas como balas textuales y de las que por momentos casi uno no se
recompone.
El
arte, la baja y alta cultura, las políticas culturales,los sindicatos, los
conflictos gremiales, las relaciones sociales, el amor, la maternidad, la vejez
en el arte, el lugar del director, la burocracia, los vínculos con lo foráneo,
con lo europeo en particular como imagen a imitar de algo mejor, superior a
cualquier construcción local (o al menos, como una muestra de sociedad más
organizada), y la puesta en duda de todo eso.
Y
así como plantea esa dicotomía que opone Europa a estas tierras, desde lo
escénico juega constantemente con un afuera contrapuesto al adentro de la sala
donde la orquesta ensaya. Trabaja el fuera de escena construyendolo en distintos
aspectos. Por un lado, en relación a los espacios familiares de donde provienen
los músicos, por otro, en cuanto a aquel
territorio ideal donde el grupo aspira ir de gira, y finalmente, como el lugar exterior al
teatro que en un momento se transforma en una amenaza para el cumplimiento de
los sueños.
La
obra escenifica instantes maravillosos. Uno de ellos es la creación de los
momentos instrumentales desde el silencio, con movimientos y respiración,
situación poética de lo más atractivo y hasta original de la pieza.
Otra
escena emotiva la desarrolla el hombre de seguridad del teatro, cuya
personalidad ha sido construida en su complejidad con acierto.
Vuelos
que se destacan dentro de una puesta escénica inundada de ruidos superpuestos,
voces cruzadas, discusiones.
Propuesta
que se desarma hasta lo imposible, ya que cualquier cosa puede pasar, hasta lo
más insólito. Y todo ello tiene su lógica en la dinámica que el texto propone.
Realmente
se percibe un mundo intenso en ese espacio habitacional de pocas dimensiones,
cuyo relato, atravesado de tanta algarabía, se luce cuando deja lugar a esos
gestos sordos plagados de sentido.
Qué:
¡Llegó la música!
Quién:
Autoría y Dirección: Alberto Ajaka.- Actuación: Leonel Elizondo, Sol Fernández
López, Karina Frau, Luciano Kaczer, Gabriel Kogan, Julia Martínez Rubio, Andrés
Rossi, Gabriela Saidón, Mariano Sayavedra, María Villar, Gabriel Zayat.- Vestuario
y Escenografía: Rodrigo González Garillo.-Iluminación: Adrian Grimozzi.- Edición
de sonido: Jose Omar Ajaka.- Musicalización: Alberto Ajaka, Martín Laurnagaray.-
Operación técnica: Alex Alan De La Cruz.-
Fotografía: Gaspar Kunis.- Asesoramiento musical: Carmen
Baliero.- Asistencia de dirección: Georgina Hirsch.- Prensa: Claudia MacAuliffe.-
Dónde:
SALA ESCALADA Remedios Escalada de San Martin 332.- Teléfonos: 4856-0277.- Web: http://www.salaescalada.blogspot.com
Cuándo:
Lunes y Viernes - 21:00 hs -
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