Las lágrimas (si es que no cortamos cebolla) son señal
de un sentimiento, de tristeza, de alegría, de bronca, de alguna emoción.
También pueden ser un engaño, una impostación: lágrimas de cocodrilo, falsedad,
imitación de la realidad, actuación, exageración.
Aunque en la obra que dirige Mariano Tenconi Blanco se
diga que “las lágrimas son mejores que las palabras”, también pueden significar
evasión de la realidad, del compromiso con lo que hay que decir, de hacerse
cargo.
En un canal de televisión se están rodando capítulos
de una telenovela de éxito. Libertad -la estrella del programa televisivo-
cumple años. Su novia Victoria le prepara una sorpresa para festejar. Pero el
ambiente no está para fiestas. Ellas forman parte de la “generación del amor
perecedero”, y éste puede secarse tan fácilmente como las lágrimas.
Los nombres de los personajes resultan llamativos, un
tanto alegóricos, una pareja entre la libertad y la victoria que no funciona,
que se deteriora y lentamente derrumba. ¿El sueño de la lucha en los años ’70
tal vez?
Desde un trabajo corporal exacerbado y una
interpretación exagerada, todo sucede en escena como una telenovela. Y como
buen ‘culebrón’, la directora es una mujer en silla de ruedas.
Se mezclan y confunden realidad y ficción en un mundo
donde la historia de lo circundante es como una mala serie, un dramón que lleva
al límite de la risa, de lo ridículo, de lo inverosímil. Y sin embargo hecho
realidad en la trágica historia
setentista condimentada con un asistente de dirección que es un partero que trae
verdades desconocidas pero sospechadas.
Libertad no conoció a su madre (la libertad no sabe su
origen). Edith es una directora ‘discapacitada’. Quien dirige es una persona
representada aquí ‘sin piernas’, no capacitada, ¿para qué? ¿Para asumir su maternidad? (“una
madre sin hija es como una madre sin piernas”). ¿Para vencer junto a “las
mucamas revolucionarias”? Edith condensa en sí la historia de los desaparecidos,
la apropiación de bebés. Y a la vez, la resistencia, la organización.
En ese juego entre la realidad y la ficción, ¿dónde
está la verdad? Un personaje afirma que fue a la televisión a buscarla, pero ¿puede
encontrarse?
Caen las lágrimas de lo grotesco, lo absurdo, el humor y la farsa del relato, de una mezcolanza de registros actorales que dan cuenta de una historia que es plural y múltiple. Pero que aquí se filtra por una mirada que dirige desde detrás de la escena para expresar su punto de vista.
Caen las lágrimas de lo grotesco, lo absurdo, el humor y la farsa del relato, de una mezcolanza de registros actorales que dan cuenta de una historia que es plural y múltiple. Pero que aquí se filtra por una mirada que dirige desde detrás de la escena para expresar su punto de vista.
La verdad es una construcción.
Acá se construye desde un lugar que deconstruye de
alguna manera el realismo literal y funda, a partir de su relato, otro posible
territorio de la verdad. Una verdad apoyada en muy buenas actuaciones y una puesta que hace reír y pensar.
Qué: Las lágrimas
Quién: Autoría
y dirección: Mariano Tenconi Blanco.- Actuación: Fabio Aste, Iride Mockert,
Ingrid Pelicori, Martín Urbaneja, Violeta Urtizberea.- Música original: Ian
Shifres.- Diseño de vestuario y escenografía: Oria Puppo, Micaela Sleigh.- Diseño
de luces: Matías Sendón.- Realización de escenografia: Valeria Abuin.- Video: Santiago
Brunatti.- Cámara: Martín Piroyansky.- Letras de canciones:
Mariano Tenconi Blanco.- Fotografía: Soledad Allami.- Diseño
gráfico: Gabriel Jofré.- Asistencia de dirección: Tomás Vio.- Prensa y
producción: Ángela Carolina Castro.- Asistente de prensa: Lucia Pechersky.- Coreografía:
Carolina Borca.-
Dónde: CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN Corrientes 1543
Teléfonos: 5077-8000 int 8313 Web: http://www.centrocultural.coop
Cuándo: Viernes y Sábado - 22:45 hs - Hasta el 29/11/2014
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