Bajamos al sótano, lugar
donde debía ser esta presentación y que guiña un ojo a toda una cultura que
brilló potente en una época que fue germen de mucho de lo que se gesta hoy.
Por eso, bajo tierra, under,
como el teatro rebelde y explosivo de los años ’80, donde brillaron oscuras
estrellas como Alejandro Urdapilleta (y sus compañeros de hazañas, Humberto Tortonese
y Batato Barea).
En escena se hace lentamente
la luz. Se ve una escenografía partida donde se plantean claramente dos mundos.
Al fondo, la radio; al frente, un salón con un piano y adornos variados. Estos
espacios configuran a su vez dos planos de actuación, dos instancias de ficción que construyen unos mundos paralelos y simultáneos entrecruzados a lo
largo de toda la propuesta.
La vida dentro de la radio
salta mediante la voz de locución y se mezcla con el otro lado, con el mundo exterior,
gracias a la audición. Voces que llenan espacios para aquellos que escuchan,
que ofrecen también una vía para ser escuchados, seres anónimos proyectados
hacia otros seres anónimos a través de un micrófono que la palabra ‘aire’ abre mágicamente
a la multitud indefinida.
Desesperarse, ¿qué cosas nos
desesperan? Así empieza el programa radial que da lugar a todo un mundo de
desesperación dentro y fuera de la ficción radial.
Son tres las actrices que,
con porteños toques almodovarianos y mucho talento, abordan la poesía como tema
central. Poesía urbana y contemporánea, poesía incomprensible e incomprendida,
la poesía de cada día, la cotidiana, como el dios accesible de cada día donde
el ‘de a pie’ vuelca sus frustraciones y miserias.
“La poesía nos salva y nos
sana” expresan casi como un manifiesto poético.
En escena se mezcla la
fantasía de la radio –ese mundo que solo se oye y lo demás se imagina- con instancias escénicas de aquello que los
oyentes comentan al aire. Como si se trajera la realidad del oyente al presente
en un movimiento de suspensión del tiempo.
Los textos, tremendos,
poéticos, desopilantes, crudos o llanos, explayan la realidad sobre la mesa
desnudando relaciones patéticas, conflictos de clase, vínculos ocultos, amores
imposibles.
Textos individuales, sueltos,
ligados por un hilo que los condensa en el universo de la radio donde el lazo
que une a los personajes tiene toda la ambigüedad del colega laboral.
Como los milagros son gratis,
así mismo se esfuman.
Al final todo desaparece y
en la oscuridad de la sala se oyen ecos de risas, que parecen la espuma
reverberante del enorme mar humano.
Qué: Miel de avispas
Quién: Sobre textos de Alejandro
Urdapilleta.- Actuación: Luciana Dulitzky, Juliana Andrea Ibañez, AdrIana
Monteleone.- Locución: Fabián Cerfoglio, Florencia Ibáñez.- Diseño sonoro,
diseño gráfico y edición de video:
Cristian Estrella.- Producción Radial: Katy Speranza.- Operación de sonido:
Emanuel Del Río.- Fotografía: Eduardo Guarini, Lucas Santa Ana.- Asesoramiento
escenográfico y de vestuario: Julio Suárez.- Asistencia de dirección: Mariana
Bertolini.- Dirección: Tino Tinto.-
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